¡Al fin lo decidiste! Sí, hablamos de comenzar tu tratamiento de ortodoncia para al fin lograr la sonrisa que siempre quisiste. Además de felicitarte por haber tomado esta gran decisión, también queremos decirte que hay unos tips que podemos darte para que te quedes tranquilo con tu decisión y elijas la mejor opción para ti, ya que tu sonrisa debe estar cuidada y tratada por manos expertas para obtener los resultados que esperas. ¿Empezamos?
Tal vez este punto es muy obvio, pero muchas veces es necesario empezar desde aquí. Olvídate de esos tratamientos que pides por internet y te llegan a tu casa, en este caso un profesional en ortodoncia es tu opción más segura para trabajar en tu sonrisa. Ahora bien, con tantos doctores allá afuera posiblemente sea complicado elegir a alguno.
Te recomendamos, además de irte por lo obvio (que esté cerca de tu casa o trabajo y que entre en tu rango de presupuesto), que verifiques cómo trabaja. Pregúntale acerca de los distintos tipos de tratamientos dentales con los que hace ortodoncia, que te muestre casos similares al tuyo donde puedas ver el antes y el después de los pacientes, revisa también su cédula profesional. Si te da confianza y te sugiere un plan de tratamiento que se adapta a ti, estás del otro lado.
La regla sobre conocer con qué estamos trabajando aplica al 100% para estos tratamientos. Si después de tu cita de valoración y de los estudios, te puede dar un diagnóstico acerca de tu sonrisa, tu tipo de caso, tus opciones de tratamiento (brackets tradicionales, inteligentes, alineadores), etcétera, quiere decir que sabe exactamente con qué está trabajando, por lo que será más efectivo y te ofrecerá una solución adecuada.
Este punto te lo queremos platicar con una frase que puedas recordar. En realidad, en un tratamiento de ortodoncia la clave para poder lograr los movimientos es la aplicación de fuerza. No como te lo imaginas, pues en sí los materiales que usa (arcos, brackets, attachments, alineadores) dependiendo del tipo de tratamiento, son los encargados de ejercer la fuerza. Un profesional que sepa cómo trabajar con estos tratamientos cuidará la forma de hacer los movimientos. Si de pronto sientes que te duele más de lo normal o las encías se te retraen, puede haber un exceso de fuerza y puedes llegar a perder un diente.
Este punto también es similar al anterior. Un buen indicador de que los brackets se colocaron de una forma o posición errónea (sí, puede suceder) es que, con el tiempo, las raíces se empiezan a descubrir como resultado de movimientos indeseados.
¿Te ha pasado que algún conocido lleva años con brackets? Bueno, como te mencionamos al inicio y en otras entradas, el tiempo que dura un tratamiento de ortodoncia es relativo, ya que ciertos factores que influyen en el tipo de caso, más la constancia del paciente, son los que dan los resultados para que dure lo que tu especialista estima.
Sin embargo, hay tiempos que se pueden considerar normales y promedio para distinguir cuánto dura, normalmente es un periodo de 6 meses hasta 2 años donde los 6 meses, por ejemplo, es para un caso muy sencillo donde los dientes están en su mayoría ya derechos (como cuando alguien ya usó un tratamiento anteriormente). Ahora bien, si ves que tu caso o el de tu conocido ya duró mucho, quiere decir que el especialista (o el mismo paciente) no está haciendo algo bien. Si esto no está relacionado con tu constancia y sospechas que se trata más de tu doctor, te recomendamos pedir una segunda opinión con otro.
Es importante que, si bien esto toma tiempo, puedas ir analizando si estás viendo ciertos cambios que podrían indicar que todo marcha en orden. Recuerda que los brackets tradicionales (los de liguita) se tardan más que los Brackets Inteligentes, por lo que puede ser más tardado ver cambios.
Estos tips son los más evidentes para que conozcas en qué puedes fijarte al inicio de tu tratamiento, incluso cuando decidas con quién hacerlo, ya que desde el comienzo puedes decidir desde el doctor con quien te harás el caso hasta el tipo de tratamiento. Todo esto tiene que ser considerado porque impacta en los puntos comentados anteriormente: que salga bien, que todo se mueva como debería e incluso que dure en un tiempo considerado normal.
Recuerda que hay otros factores más técnicos y clínicos que indicarían que el tratamiento no va por buen camino, pero consideramos que estos tips podrán orientarte más porque al final, si no eres experto en estos temas, es difícil determinar si algo es correcto o no. Recuerda que si de igual forma sientes que algo no va bien, haz las preguntas que tengas que hacer a tu especialista y si no estás satisfecho, siempre puedes ir con otro doctor para continuar tu caso. Más vale asegurarse que estás en buenas manos, como con nuestros Dres. B360, que terminar y no obtener el resultado que querías.
Esperamos que esta entrada te haya ayudado a tener un parámetro y no olvides siempre consultar a un experto en ortodoncia.