Lo que te gustaría saber del cuidado de la higiene bucal

¿Sabías que una de las primeras cosas que aprendemos cuando somos niños es a cepillarnos los dientes? Esto, además de ser necesario, ayuda a que empecemos a crear este hábito que se quedará con nosotros por mucho tiempo. Sin embargo, ¿te has preguntado si esto es suficiente o si lo has hecho de una forma correcta?, ¿hay algo más que puedas hacer? Por acá te dejamos unos tips que te ayudarán a cuidar tu higiene bucal.

Empezando por el punto más importante

 Tal vez te parezca trillado mencionar que cepillarse los dientes es parte elemental de una buena higiene bucal. Y sin afán de sonar a disco rayado, claro que es importante que lo mencionemos, ¿sabes por qué? Así como te platicamos al inicio, es algo que hacemos de manera casi automática.

Seguro te preguntarás: ¿qué tiene de malo? Bueno, al ser algo que vimos desde niños en la televisión o en películas, no nos llegamos a cuestionar si realmente lo estamos haciendo bien. Te sorprendería saber que hay un porcentaje muy alto de adultos que llevan cepillándose los dientes de la misma forma, la cual tal vez no es la adecuada.

Para saber si tu técnica es buena o no, puedes comenzar analizando tu sonrisa: ¿tienes encías sensibles? ¿sangras mucho al cepillarte? ¿te acabas el cepillo o éste queda con las cerdas “explotadas” al poco tiempo? Estos podrían ser indicadores de que algo no está bien. El primero que se da cuenta de esto es tu dentista, ya que al asistir a tus chequeos cada 6 meses, él puede ver el estado completo de tu sonrisa donde, lamentamos decirte, nos damos cuenta que algo no va bien.

Acude con tu dentista de confianza (o alguno de los que tenemos en nuestra red) y pregúntale esta información, porque otro indicador que podría resaltar que tu técnica no es la adecuada es si tienes los dientes chuecos. El tenerlos así imposibilita un cepillado adecuado así que, además de recomendarte considerar un tratamiento de ortodoncia como los Brackets Inteligentes o los Alineadores Invisibles, pregúntale directamente cómo le puedes hacer considerando la posición de tus dientes.

Finalmente, para concluir este punto, te hablamos de la periodicidad: lo ideal es hacerlo 3x por día, después de consumir alimentos. Lo que todavía entra en el marco de lo higiénico es 2x al día, en la mañana y antes de dormir. Trata que, en el peor de los casos, el segundo sea por toda la placa dentobacteriana que generamos durante el día y la noche.

Todos lo conocemos, pero no todos lo usamos

Otro tip que te podemos compartir (que tampoco es un secreto) es usar el hilo dental. Y te tenemos noticias: éste también tiene una técnica especial para hacerlo de una forma correcta. Nos ayudará a quitar restos difíciles de alimentos, mejorar nuestra higiene y es un excelente combo después del cepillado, ya que nos ayuda a quitar placa que suele situarse en espacios donde el cepillo no alcanza.

De la misma forma, te recomendamos preguntarle a tu especialista cómo complementar tu rutina con esta herramienta, ya que verás cambios de inmediato y también te sentirás más limpio. Puedes revisar aquí la forma correcta de usar el hilo dental, para que puedas sacarle el mayor provecho.

O sea… ¿toda la boca?

Higiene bucal. Su nombre lo indica, amigos. Desafortunadamente, la gente solo se enfoca en los dientes cuando en realidad debemos hacer un aseo general de toda la boca: lengua, mejillas, incluso encías. Pero no todo debe ser aseado como los dientes, cada parte de tu boca debe tener también una técnica. Y no te sientas abrumado si la palabra “técnica” suena a algo complicado, en realidad solo es conocer la mejor forma de hacerlo y listo. Aprovecha esa cita que estás programando con tu especialista para conversar acerca de este punto también, ya que las bacterias  tienen mucho que ver con esto, incluso las del mal aliento.

¿Y las limpiezas qué?

Bueno, si te refieres entonces a cuál es la diferencia entre lo que haces todos los días (después de cada alimento, ¿verdad?) y la famosa limpieza dental que todos los dentistas te quieren tatuar para hacerla cada 6 meses, en parte es precisamente por la mala higiene que solemos tener, por lo que una limpieza con un profesional tendrá mayor impacto por el tipo de técnica y materiales que ellos utilizan.

No, no recomendamos hacer esto en casa. No hay nada que pueda sustituir estas limpiezas por más que veas opciones en internet, solo no lo hagas. Aprovecha estas consultas para preguntar si todo se ve en orden, si no hay caries, si sientes molestias al masticar o algún otro tipo de dolor.

 Este “pretexto” para que vayas al dentista seguido es lo mejor que te puede pasar, porque luego ahorrarnos esos pesos por no ir puede llegar a ser contraproducente y  sí, es cuando más sucede que tienes un problema que ya tiene una solución más extrema o daños más permanentes.

Finalmente, te podemos decir que muchas veces el consumo de ciertos alimentos nos mancha los dientes gradualmente (café, vino, curry, té, etcétera) y solo con una limpieza profesional los podemos quitar.

¿Te diste cuenta que nada de esto es extraordinario? Así es como puedes cuidar tu higiene bucal, ya que son cosas que si hacemos de manera más consciente, lo harás de la mejor forma. Nadie nace sabiendo esto, pero sí lo puedes mejorar al estar bien informado y conociendo tu boca, tus rutinas y tus hábitos.

Recuerda que los buenos hábitos, además de hacerte sentir bien, te darán una sonrisa bonita y saludable, lo cual te ayudará a ahorrar muchos pesos porque tener tu kit básico de higiene bucal y ser constante te evitará muchos problemas a largo plazo. Problemas que, repetimos, te puedes ahorrar con estos tips.

Gracias por leer y nos vemos pronto (voy con mi dentista para hacerme una limpieza, me hace falta y ya me toca). Te invitamos a dar clic en el botón para que encuentres un especialista acorde a tus necesidades: